Hablar de manera eficaz

Hablar de manera eficaz y dialogante

La comunicación mueve al mundo. Ahora más que nunca, se hace necesario el dominio de las técnicas de la comunicación interpersonal para enfrentar las exigencias comerciales, individuales y de grupo que se nos imponen.
Las palabras y los gestos constituyen la base de la comunicación entre las personas.
El cómo, cuándo y porqué una persona dice una determinada cosa son aspectos centrales de las relaciones interpersonales eficaces. El oyente o receptor del mensaje se forma una opinión acerca de quién le habla, y esa opinión contribuye, a su vez, a formar una imagen, la cual desempeña un importante papel en el éxito o el fracaso de cada persona en su trato con otras.
Prácticamente todos los aspectos de nuestra vida diaria tienen alguna relación con las comunicaciones, las cuales influyen no sólo en la manera como utilizamos nuestro tiempo y nuestro dinero sino también en nuestra capacidad para competir en el lugar de trabajo y para mantener nuestro nivel de vida. Sin embargo, a pesar de todos los sistemas especiales de comunicaciones de que disponemos, todavía necesitamos comunicarnos personalmente con los demás. En resumen, las comunicaciones personales desempeñan un importante papel en nuestras vidas.

Puesto que el diálogo constituye la base de toda interacción humana, nuestra capacidad para conversar inteligentemente es de suma importancia. Es más: nuestra eficacia depende tanto de la manera como nos presentemos ante los demás, como de la manera como ellos nos vean. No se trata solamente de hablar, sino de transmitir eficazmente un mensaje, de convencer, de dar y recibir información.

La capacidad de comunicar de manera eficaz depende de:

Para que exista una comunicación eficaz, en todo momento orador y oyente deben saber de qué se está hablando. La comunicación eficaz se basa en compartir los antecedentes del problema que se analiza, para tener los mismos elementos de juicio.
Las frases cortas, evitar la monotonía en la entonación, eliminar coletillas, sonidos guturales, invitar o permitir la intervención del oyente, y usar un vocabulario comprensible y con la justa evocación emocional, son rasgos básicos del buen comunicador.
La reactancia puede definirse como la reacción de una persona o grupo ante los intentos de limitar su libertad o sus derechos.
La bidireccionalidad significa ante todo crear un flujo sincero y flexible de intercambio de opiniones. Para lograr una comunicación bidireccional hay que saber escuchar bien.

31 Sutilezas para una buena comunicación

  1. Yo sí sé escuchar. Estoy siempre atento y en actitud receptiva durante cualquier interacción verbal.

  2. Cuando me encuentro con alguien por primera vez, trato de dar una buena impresión confiando más en lo que digo que en mi apariencia física.

  3. Cuando hablo, lo hago oportunamente y me expreso en forma apropiada, logrando que mis palabras tengan un efecto notorio en los demás.

  4. Me muestro animado al hablar, y mi lenguaje corporal hace que el diálogo continúe.

  5. Empleo una modulación y un volumen de voz determinados, en un esfuerzo consciente por reforzar el efecto de lo que digo.

  6. Cuando participo en una conversación, siempre trato de ser amable y comunicativo, pues deseo ser un amigo y no un enemigo.

  7. Hasta la fecha, mis técnicas de comunicación interpersonal son la clave de mi éxito. Considero que son mi mayor ventaja.

  8. Comprendo la importancia que tiene el dominio de mí mismo y siempre lo practico.

  9. Interactúo bien con la gente, porque entiendo perfectamente todos los elementos implicados en ello.

  10. Siempre cuido lo que digo, porque sé que hasta las paredes tienen oídos.

  11. En muy pocas ocasiones hablo acerca de una información o la revelo si considero que puede ser delicada.

  12. Puedo permanecer en silencio a propósito, pues ejerzo un excelente control sobre cada palabra que pronuncio.

  13. Ejerzo control sobre lo que sigo incluso después de beber algunas copas.

  14. Siempre me siento impulsado a confesarlo o a decirlo todo por el solo hecho de desahogarme y aclarar el  asunto en cuestión.

  15. Confío poco en los demás.

  16. Soy capaz de guardar un secreto, de tal manera que no tengo necesidad de preocuparme porque pueda llegar a divulgar la información que se me ha confiado.

  17. Creo que las filtraciones de información en una empresa son graves y pueden tener repercusiones nocivas.

  18. Muy pocas veces me siento impulsado a cometer una indiscreción y, en consecuencia, sé que soy capaz de guardar una confidencia.

  19. A menudo doy, inconscientemente, claves ocultas en mi conversación; en consecuencia, un interlocutor sagaz podrá leer entre líneas y estar al tanto de mis mensajes subyacentes.

  20. No me preocupan los altercados, porque nunca participo en ellos.

  21. El control que ejerzo sobre lo que digo es algo que surge naturalmente en mí.

  22. Siento que me comporto muy bien en la mayoría de las situaciones que entrañan una interacción verbal.

  23. No reacciono emocionalmente cuando me siento atrapado o cuando me provocan. Puedo refrenarme para no reaccionar en una forma de la que me arrepentiría más tarde.

  24. Entiendo mis sentimientos recónditos y sé porqué digo ciertas cosas.

  25. Sé cuando es apropiado hablar y cuándo es más conveniente guardar silencio.

  26. Me cuesta mucho trabajo guardar para mí mismo la información importante que se me confía, debido a que no soy una persona reservada.

  27. Casi nunca empleo palabras malsonantes, porque considero que no es apropiado hacerlo en un ambiente social o de negocios.

  28. Sé escuchar a los demás, pero con frecuencia no presto atención a muchas de las cosas que me dicen.

  29. Sé cuando debo permanecer en silencio en el curso de una conversación.

  30. Soy muy eficiente cuando se trata de persuadir a las personas de que comprendan mi punto de vista o de que hagan lo que yo deseo.

  31. A pesar de que me gustaría ser muy franco, creo que no podría sobrevivir en este mundo tan competitivo si digo siempre la verdad; así que miento de vez en cuando.

Articuló Publicado en Psicólogo en la Red (ciudad futura) por  Gloria Marsellach Umbert - Psicólogo

Bibliografía consultada:
Manuel Couto, "Como hablar bien en público", Ed. Gestión 2000
Francesc Borrell, "Comunicar bien para dirigir mejor", Ed. Gestión 2000
Robert L. Genua, "Cuidado con lo que dice...", Ed. Gestión 2000